martes, 13 de mayo de 2008

USO DE LA MUJER EN LA PUBLICIDAD


"Eres un cuerpo. Lo demás poco importa. No se trata en la publicidad de plasmar una persona femenina en toda su integridad y sus "deseos" reales. Sólo importa su Cuerpo, ese cuerpo de mujer pasivo e insinuante, melancólico, cariñoso o seductor. Ese cuerpo, despiezado la mayoría de las veces, que sirve como reclamo de cualquier tipo de producto. No ella, sino su cuerpo es el soporte de tornillos -piernas- , bebidas, - labios -, bujías – senos -, viajes – traseros -, etc., que no encuentran otro aliciente en sus productos publicitarios que estar asociados a cualquier parte del cuerpo femenino. Cuanta más erótica sea la zona elegida mejor, más vendible será el objeto en cuestión. Un respingón trasero juvenil para anunciar un tabaco, una mujer a medio vestir para publicitar un vídeo, otra tomando sol en una playa para una cerveza"
Instituto Nacional de la Mujer


La mujer ha tratado de ser parte de una sociedad sin machismo, donde le sea permitido la participación política y no sea vista como un ser sin fuerza, mente e inteligencia. Esto ha sido un proceso que se ha llevado por muchos años, sin negar que en algunos lugares del mundo sigan siendo reprimidas, la mujer ha logrado introducirse en la sociedad sacando adelante el género femenino, demostrando que es tan capaz como el hombre de hacer las cosas por su propia voluntad. Así, la publicidad se ha aprovechado de esto degradando de una manera u otra a la mujer en sus anuncios publicitarios, donde son vistas como estereotipos para seducir al género masculino. Por ende, el uso de la mujer como “objeto” sexual en la publicidad genera violencia hacia el género. Pues, al convertirse en un objeto público, y su imagen incita, en ocasiones, al maltrato verbal o físico, obtiene un valor en el mercado y algunas veces la dignidad del género es afectada bruscamente.

De los casos de maltrato de pareja registrados por Medicina Legal en 2004, 36.901 fueron contra mujeres, lo que las señala como las principales víctimas de violencia intrafamiliar.
Del mismo modo, de los casos reportados de violencia sexual 85.76% fueron en contra de las mujeres. En Bogotá, durante el 2006 se reportaron 6649 casos de violencia física, dentro de los cuales 4300 correspondieron a mujeres maltratadas al interior del hogar. En el 2007, estudios hechos por Medicina Legal, se registraron más de 300 mil casos por lesiones personales de los cuales alrededor de 62 mil corresponden a violencia intrafamiliar, de esta cifra, 32.076 pertenecen a violencia de pareja, es decir, contra la mujer. El maltrato hacia las mujeres o violencia intrafamiliar, aumenta cada vez más. Y es el hombre cabeza de hogar y quien tiene control sobre ella, el principal causante de este problema. El crecimiento del maltrato hacia las mujeres, se debe en gran parte a los anuncios publicitarios; donde las mujeres son usadas como objetos y símbolos sexuales; pues al ver a la mujer de esa forma y en un anuncio de índole publicitario se relacionan con seres de poca inteligencia. El hombre se crea la idea de que las mujeres son seres que se dejan manipular muy fácilmente, ya sea por dinero o por algo material que quieran obtener; que son un producto, el cual por darle algo a cambio, hará todo lo que se le ordene. Esto hace que él se sienta poderoso en su propio territorio, siendo este su hogar. Ve a la mujer como algo que está dispuesto a hacer lo que él desee, pues es quien trae la comida, paga los servicios y brinda seguridad, es decir, está a cargo, económicamente del hogar. Muchas mujeres tienden a caer en esa forma de pensar y ven a su pareja no solo como a alguien a quien aman sino como a alguien sin el cual no podrían vivir, permitiendo muchas veces que este las maltrate. El hombre se aprovecha de esto, y es así, como el maltrato verbal y más común el maltrato físico, llega al hogar, pues el hombre cree tener control sobre ella y una forma de demostrarlo es golpeándola y de una manera u otra esclavizándola.


La mujer se convierte en objeto de deseo que tiene un valor en el mercado. “Para que un cuerpo desnudo se convierta en un desnudo es preciso que se le vea como un objeto, y el verlo como un objeto, estimula el usarlo como un objeto” JOHN BERGER, 2000. Esta situación conlleva el irrespeto hacia ella. Las mujeres son símbolo de belleza, sutileza, debilidad y fortaleza; deben permanecer jóvenes, sumisas y delgadísimas para estar siempre en el círculo de la moda, el consumismo y la aceptación. Es así como la mujer, al entrar en el mundo de la publicidad, en el de la vida pública, entra a una “guerra” en la cual la ganadora será la más aproximada a tener una cara bonita, de facciones muy finas, cuerpo esbelto y todos aquellos detalles que permiten que el valor que ellas mismas se han dejado imponer, vaya aumentando. Retomando lo anterior, las mujeres se dejan manipular de una “máquina”: La publicidad. Evidentemente, quienes hacen parte de esta “máquina” son los responsables de que las mujeres se exijan tanto para ganar esa competencia; en la cual la más deseada es quien tiene el precio más alto en el mercado. Un ejemplo de lo anterior son las esposas de “traquetos”, aquellas mujeres que por llegar a ser como las de los anuncios publicitarios, recurren a estos hombres con dinero, para que les solucionen la vida, comprándoles todo tipo de lujos, como carros, joyas, ropa de las mejores marcas y cirugías plásticas para “moldear” su cuerpo. Es entonces, donde estos hombres adinerados, al concederles todos estos lujos, toman un control sobre la mujer pasando así al irrespeto y mal trato como si esta fuera algo material a la cual están acostumbrados ya… porque si ella no se respeta, ¿quién lo hará?...
Otro ejemplo muy característico y común en la sociedad, que conlleva al irrespeto femenino, es la prostitución prepago, donde jovencitas universitarias entre los 17 y los 25 años de edad, de estratos socioeconómicos medios/altos, prestan su cuerpo y “servicios” a ejecutivos, extranjeros y hombres importantes y con dinero, para serviles de “damas de compañía” por una noche. El nombre de prepago y no puta, es debido a que estas niñas no están en una casa con luces de discotecas esperando a que entre un cliente y llevarlo a la cama por una suma de dinero, es todo lo contrario, ellas se comunican por celular y hay que acordar el precio antes de irse a la cama con ellas. En ocasiones, tienen una persona quien se encarga de los contactos y se hace llamar proxeneta, esta persona es la encargada de fijar la hora de recogida, hora de llegada, sitio de encuentro con el cliente, precio, entre otros. Las prepago cobran entre 200.000 y 1’000.000 de pesos colombianos según el cliente y por supuesto su cuerpo y servicio. En Cali, las prepago el 68.3% son solteras, 13.3% viven en unión libre y el 3.8% son casadas. Estas cifras corresponden al 2006, pero el índice de prepagos es cada vez más alto. Estas jovencitas universitarias, en la mayoría no necesitan del dinero, pero dicen que es una forma fácil de conseguir todos los lujos que ellas necesitan, y aunque son como las demás, es decir, su apariencia, en ocasiones no las delata, son ellas quien han perdido su respeto, pues no les importa acostarse con un hombre que no conocen y con quien no han entablado una relación, aquí lo único que vale la pena es cuanto se van a ganar.

Todos somos dueños de sí mismo y tenemos derechos que deben ser respetados por la sociedad. A raíz de todo lo que el mundo está viviendo y del uso que la publicidad le está dando a la mujer, los derechos están siendo “vulnerados”. Ésta, es quizás una palabra muy fuerte en este caso pues, aunque muchos piensen que es una forma innovadora de comunicación, hay quienes viven en contra de la publicidad sexista. Pero, es cierto que tomar a la mujer como “objeto” sexual en la publicidad genera violencia en el género porque su dignidad es vulnerada. Ella, pasa a ser alguien más del mercado publicitario, deja de verse como ese ser importante que se debe respetar. Y es así, cuando se vuelven el hazmerreír de la sociedad, son vistas bajo el lente de una lupa y cualquier cosa que hagan es criticada. Dejan de tener una vida privada, un ejemplo, es la polémica que ha causado un video y unas fotos de la presentadora de farándula, Ana Karina Soto, en los cuales, ella es filmada teniendo relaciones sexuales con un hombre que al parecer no es su futuro esposo, Pedro Palacios. El problema no es en realidad el video y las fotos íntimas de esta mujer, puesto que miles de filmaciones y fotografías de parejas teniendo relaciones sexuales se consiguen en internet, en los semáforos y en los sitios de pornografía virtual, pero como en este caso es una mujer de la farándula colombiana todo se ha convertido en un caos. Y es que por ser una celebridad, el pueblo la ve como un ejemplo a seguir y por consiguiente, tienen una gran responsabilidad y son medidas con una “vara” más alta. Ahora, su vida personal e íntima ha pasado a ser la vida de todos los colombianos, y el video ha sido publicado en páginas web como YouTube, y las fotos han viajado de un e-mail a otro. Las personas se siente capaces de hablar de lo que hizo o dejo de hacer, de que si fue lo mejor o lo peor que le pudo pasar. Su dignidad es vulnerada simplemente porque dejan de tener una vida propia y más bien tienen una vida que le pertenece a todo mundo.

Ahora bien, es importante resaltar que el agua sucia no siempre se le puede echar a los medios de comunicación, los creativos y la publicidad en sí. Pues todos son culpables de lo que ha sucedido en pro del uso de la mujer como un objeto sexual en la publicidad, donde se ha dejado de vender una imagen femenina. La publicidad no es la causante que la mujer sea objeto de ella, es la mujer quien ha permitido que lleguen a este punto pues encuentra una forma fácil de conseguir dinero para tener todos los objetos materiales que le hacen la vida más fácil y alegre. Donde por medio de esta, han obtenido lujos, aceptación, reconocimiento y “admiración”, pero no precisamente por lo que son sino por lo que tienen. Y es que hay que tener en cuenta y reconocer, que las mujeres buscan facilidad en el medio social, pues por muchos años han sido rechazadas por la sociedad masculina, ya que son consideradas débiles e ineptas. La sociedad es tan machista que ha sido difícil lograr que una mujer sea parte de la vida política y salga de su hogar para hacer algo diferente a lavar, cocinar, planchar, cuidar sus hijos etc. Y aunque el medio social, el de la vida pública, la farándula y los medios de comunicación es muy competitivo, es en el que se ha sabido desempeñar.

Las mujeres son las principales culpables en sentirse atacadas, al sentirse sin dignidad y al permitir que se le vea como algo que el género opuesto pueda manejar a su antojo. Son ellas quienes por obtener algo que las hará feliz por un momento, están dispuestas a venderse y entrar a un mundo el cual acabara con ellas, ya que muchas de las mujeres que entran a este mundo caen en drogas, son mal ejemplo para niñas que las idolatran y piensan que todo lo que las modelos y mujeres que aparecen en anuncios hacen, está bien. Y la aparición de anuncios publicitarios dirigidos exclusivamente al público masculino ha ampliado la capacidad económica y toma de decisiones con respecto a su vida profesional. ¿Es la mujer un objeto de explotación de la publicidad o es ella quien se explota asi misma?